La cucaracha -tan odiada por mucha gente- es un insecto más sofisticado y social de lo que pensábamos, según revela un nuevo estudio.
Se esconden lejos, al acecho, de forma invisible, en rincones oscuros y grietas.
Cuando emergen, se escabullen sin rumbo, a menudo alrededor de nuestras casas, cocinas y en hoteles y restaurantes sucios.
Terminamos despreciándolas por su comportamiento natural, viéndolas como una plaga que hay que evitar e incluso exterminar.
Sin embargo, las cucarachas han sido tratadas a menudo de manera injusta.
Al descubrir los secretos de estos escalofriantes insectos, los científicos han visto que son mucho más sofisticados de lo que pensábamos.
Tras conocer su vida secreta se han dando cuenta de que las cucarachas son en realidad criaturas muy sociales, que reconocen a los miembros de sus propias familias, con diferentes generaciones de una misma familia viviendo juntas.
A las cucarachas no les gusta que las dejen solas y sufren problemas de salud cuando lo están.
Forman sociedades igualitarias con una estrecha relación, basadas en estructuras y normas.
Las comunidades de cucarachas son incluso capaces de tomar decisiones colectivas por el bien común.
Estudiando ciertas especies de cucarachas podremos incluso ser capaces de aprender cómo evolucionan algunas sociedades animales, incluida la nuestra.
Viviendo entre nosotros
Una pequeña proporción de especies de insectos son conocidos por sus habilidades sociales.
Las hormigas, termitas y algunas abejas y avispas, por ejemplo, son "insectos sociales", que han desarrollados estructuras y comportamientos sociales.
Y mientras se sabe que las cucarachas son animales gregarios, sobre la base de su tendencia a vivir en grupos en las distintas etapas de su vida, entendemos poco sobre cómo se comportan realmente entre ellas.
Un estudio científico publicado en la revista Sociaux Insectes explica lo que hoy conocemos.
Hay alrededor de 4.000 especies de cucarachas hasta ahora descritos por la ciencia. De éstos, aproximadamente el 25 se han adaptado a vivir entre la gente.
Dos especies, la cucaracha alemana (Blattella germanica) y la cucaracha americana (Periplaneta americana), se han estudiado en detalle.
Durante el día, ambas especies descansan en grupos dentro de las grietas oscuras o tuberías. Por la noche, estas manadas, como las llaman a veces los científicos, se separan y algunas cucarachas se dedican a la búsqueda de comida y agua en solitario.
La investigación llevada a cabo por el Dr. Mathieu Lihoreau del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, en Rennes, Francia, revela la importancia de la vida en grupo de las cucarachas.
Solo en casa
Las cucarachas que no pasan tiempo con otras sufren "síndromes de aislamiento". Por ejemplo, los jóvenes cucarachas alemanas y estadounidenses que se mantienen aisladas tardan más en mudar a formas más grandes y finalmente convertirse en adultos.
Su comportamiento posterior está también gravemente afectado. A las cucarachas jóvenes aisladas les resulta más difícil unirse a una comunidad y aparearse en el futuro.
Al parecer, las cucarachas jóvenes tienen que estar en constante contacto físico con otras para desarrollarse correctamente.
Animales super sociales
Todas las hormigas y termitas y algunas especies de abejas y avispas son animales sociales.
Estos animales viven en colonias en un sistena estricto liderado por una reina dominante o varias reinas.
La mayoría de sus crías se convierten en trabajadoras o soldados adoptando papeles específicos.
Estos subordinados trabajan para el bien de la colonia, a menudo dando su vida en el proceso.
En 2010, investigadores anunciaron que habían descubierto que las cucarachas "hablan entre sí" sobre la comida.
Lihoreau establece la medida en la que las cucarachas se basan en señales químicas para transmitir información sobre el tipo de alimento y su ubicación.
Utilizando sustancias químicas llamadas hidrocarburos cuticulares, los insectos "conversan" incluso sobre el refugio que podría convertirse en un buen hogar para el día.
A veces las cucarachas dejan rastros de olor mediante el depósito de heces ricos en estas sustancias químicas, que otras cucarachas pueden seguir.
Estos productos químicos también permiten a estos insectos identificarse entre sí, en particular distinguiendo con qué otras cucarachas están relacionadas.
Los llamados reconocimiento de parientes "juegan un papel importante en la vida social de las cucarachas", escriben los investigadores.
Entre otras cosas "permite a los individuos evitar el apareamiento con sus hermanos", dicen.
Decisiones colectivas
Tal vez la revelación más sorprendente de la vida secreta de las cucarachas es la medida en la que forman "rebaños sociales" y pueden tomar decisiones colectivas.
Cuando buscan un refugio, por ejemplo, todas las cucarachas en un grupo harán la misma elección, seleccionando el mismo y mejor lugar.
Las termitas son un tipo de cucaracha.
Los grupos también buscan las mismas fuentes de alimento.
Estos comportamientos permiten que la información se comparta y se tomen decisiones con mayor rapidez en beneficio de cada grupo en su conjunto.
De hecho, "puede ser visto como formas emergentes de cooperación", dicen los científicos, o "una cualidad emergente de la inteligencia de enjambre".
Los estudios sobre las cucarachas americanas y alemanas muestran lo sociables que son estos insectos.
Viven en albergues comunes. Diferentes generaciones de cucarachas viven juntas y estos animales acaban dependiendo socialmente unos de otros.
Y a pesar de que las cucarachas son menos avanzados que otros insectos sociales, que han evolucionados en comunidades, son más igualitarias.
En insectos sociales domina una reina, reservándose privilegios para sí misma, con el apoyo de miles de trabajadores.
Sin embargo, cualquier cucaracha es capaz y le está permitido aparearse y reproducirse.
Lihoreau y sus colegas piden que se investigue más sobre el comportamiento social de las cucarachas, ya que puede revelar más acerca de cómo los animales se unen para formar grupos colectivos.
Al parecer, incluso las cucarachas son un grupo muy amigable y desde una perspectiva evolutiva se están beneficiando de sus habilidades sociales, inéditas hasta ahora.