En su pequeña casucha hecha de sábanas y cortinas, Leury Salvador y
su mujer improvisan cada día qué hacer y qué comer, y ante las miradas
de las personas ya parecen acostumbrados a la falta de privacidad que
tienen viviendo debajo de uno de los puentes de esta capital.
Aunque
sus ojos parecen reflejar felicidad, no ignoran el estado de
hacinamiento y pobreza en que se encuentran; sin energía eléctrica, a la
intemperie y esperando una mano amiga que los ayude a salir de su
situación.
Leury y la señora Isabel Mesa habitan desde hace cinco
años debajo del puente Francisco J Peynado, el cual une a la capital con
Santo Domingo Norte.Leer mas.....!