En un condado del sur de Gales, en Reino Unido, se construyeron tres puentes para lirones, una especie de roedor en peligro de extinción, para que puedan cruzar una nueva carretera y así reproducirse.
La obra, que costó unos US$300.000, generó críticas en la comunidad.El municipio se defiende al asegurar que los lirones deben ser protegidos de acuerdo a directrices de la Unión Europea.