¡Un oro muy especial!

Una especial delegación representó al país en la pasada versión en las Olimpiadas Especiales de Atenas 2011, donde participaron unos 7500 atletas representantes de 185 países distribuídos en 22 disciplinas.
Muchos números, muchas cifras, pero nada se compara con el objetivo de estos juegos y el desempeño que obtuvieron los jóvenes de la delegación dominicana en el desarrollo de la misma.

Los 29 jóvenes que participaron en cinco disciplinas trajeron medallas de oro en softbol, natacaión y golf.
También agregaron al medallero, una de plata en baloncesto, una en maratón y una medalla de bronce también en natación. Uno de los tantos casos interesantes de esta especial olimpiada es el del atleta Alejandro Batlle, que fue el único en competir en la categoría de golf alcanzando medalla de oro.
Aunque solo han pasado unos meses en que la República Dominicana ha adoptado el golf como disciplina olímpica, hace unos días este atleta dio al país la primera medalla de oro del año.

Alejandro es un joven de 26 años que nació con el Síndrome de Asperger. Una enfermedad mental y del comportamiento que forma parte del espectro de trastornos autísticos, en la que el sujeto afectado muestra severas dificultades en la interacción social, y en la comunicación; y por lo general sus áreas de actividades e intereses son muy limitadas y fijas. 
El joven atleta autista se destaca en distintas disciplinas deportivas “Alex”

Alex (como lo llaman sus padres cariñosamente) a diferencia de otros niños con el síndrome que regularmente empiezan a hablar a los 13 y 14 años, comenzó a hablar a los 8 años, y siempre fue muy inquieto mostrando desde pequeño una gran afición por los deportes.
Su actividad deportiva número uno es la natación, la cual aprendió autodidácticamente desde pequeño y que luego perfeccionó con la ayuda de un instructor.
Con esta disciplina logró la medalla de plata en Shanghai China 2008. Dos años después de lograr esta medalla se alzó como doble medallista de oro en las Olimpiadas Especiales Latinoamericanas celebradas en Puerto Rico en las categorías de nado libre en 50 y 100 metros.
“Alex, cuando inicia en las competencias de natación suele ser el último en salir, pero es el primero en llegar. Creo que su punto fuerte es la actividad cardiovascular y respiratoria, porque cuando los demás están cansados él activa el acelerador”, comenta su padre el doctor Juan Batlle.
Un atleta multidisciplinario
Pero la ambición de este  joven atleta no se ha limitado  a practicar una sola disciplina deportiva, sino que ha incursionado en cuantas disciplinas ha llamado su atención, obteniendo trofeos o medallas en cada una de las competencias  en que ha incursionado.
Ha participado en múltiples ocasiones en competencias de atletismo, y maratones libres.
El joven Batlle es el máximo ganador de por vida en el Rally de Caballos que se realiza anualmente en Jarabacoa para épocas de Semana Santa, donde además participan todas aquellas personas que deseen. Es decir que no es un torneo sólo para personas con las condiciones especiales como Alejandro, sino para todo el público en general.
Su más reciente hazaña la logró el pasado mes en la ciudad de Atenas, Grecia, donde conquistó la medalla de oro en la división de Golf luego de jugar cuatro rondas de 107, 104, 95 y 95 palos  con los que logró coronarse como amo y señor de esta competencia y traerse a casa la presea dorada. Según su madre, la ex campeona de tenis Yolanda Logroño, Alejandro ha podido desarrollar estas y otras actividades porque desde siempre toda la familia lo ha integrado a diversos eventos.
“Él sabe conducir, incluso ya tiene su licencia. Va al gimnasio, entrena para cada uno de sus deportes, y trabaja como digitador en el Centro Laser con su papá”, añade Nicole Batlle, hermana del multidisciplinario atleta.
EL DEPORTE ES PARTE DE NUESTRO DIARIO VIVIR!
Tanto Alejandro como su madre y hermanos se han dedicado a practicar tenis, golf, fútbol, natación o cualquier otra actividad que implique estiración de los músculos y ejercicio diario.

“Cuando no estamos practicando o apoyándonos entre sí en una competencia, entonces es porque asistimos como familia al play o nos tiramos los juegos en casa.

Aquí a todos nos corre sangre azul por las venas y somos fanáticos hasta la tambora”, comenta el doctor Batlle.

Lo grande no es practicar el deporte, sino poder disfrutarlo y compartirlo con tu familia y seres queridos haciendo de él un ritual respetado que termina siendo una manera de mantenernos unidos.

Cuando se quiere se puede, dice una super conocida frase. Y en Alejandro Batlle con absoluta dimensión, y así lo confirman todos sus éxitos y su propia superación.

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