Un Gran Jurado de la Corte Criminal de ese condado, escuchó grabaciones y vio videos que incriminan a Carbuccia y varios de sus cómplices entre ellos Carlos Santos, Eduardo Urrutia y Robert Rivera, quienes ultimaron al guardia de seguridad Roberto Quintana, durante un atraco en un burdel clandestino de El Bronx. Carbuccia, según los fiscales, imitando las estrategias del personaje de Michael Corleone en la película “El Padrino II”, envió a testaferros a intimidar y amenazar a Urrutia, quien había un acuerdo con la fiscalía para señalar al dominicano en la corte.
En grabaciones hechas a Carbuccia, se le escucha decir que “se supone que los inmigrantes ilegales, no debieron haber estado allí”, en referencia a Urrutia, que es centroamericano indocumentado.
El inmigrante, finalmente subió al estrado e identificó a los acusados como autores del atraco y el asesinato de Quintana. El portero del burdel tenía 25 años de edad. El negocio de prostitución ilegal estaba situado en la calle Elliot Place de El Bronx.
Pero Urrutia rehusó declarar nuevamente, por lo que los fiscales y el juez acordaron que un Gran Jurado escuchara las grabaciones hechas a Carbuccia. “Necesitamos gentes en la corte mañana, para que Urrutia nos mire de frente y se niegue a declarar”, se oye decir al dominicano en las cintas.
“Sólo quiero que me vea, ¿recuerdan la escena de El Padrino II cuando hubo una audiencia contra Michael Corleone?”, añade Carbuccia en la grabación. “Es mi película favorita de todos los tiempos”, sostiene el acusado en la grabación. “Haremos eso, mier…”
Pero cuando el asistente del juez le dijo a Urrutía que mirara fijamente al jurado y no al acusado y sus cómplices, éste decidió describir el tipo de arma usada en el atraco y el asesinato del portero: un revólver calibre 38.