Pese a que procuradores, fiscales y los mismos jefes policiales y militares afirman que el narcotráfico ha permeado estos estamentos, pocas han sido las consecuencias. Inclusive, en el caso de Florián, la forma en que salía y entraba del país y quiénes lo ayudaban, aún no ha sido esclarecida.
El fallecido Florián (mayo 2009, 43 años de edad), cuyas fotos en la prensa lo recuerdan con una mirada intimidante que se escondía tras unas gafas oscuras, encontraba en los custodias de la cárcel y otros oficiales los cómplices perfectos para planificar sus escapadas de prisión. Y es que su prontuario, del que sobresale la introducción de 953 kilos de coca decomisados en el barco Phoenix que atracó en Pedernales en 1994, y su sentencia en contumacia a 20 años, fueron más que una escuela de supervivencia.
En enero de 1997, por un frustrado plan de fuga de la penitenciaría de Monte Plata del considerado representante en el país del poderoso cartel de Cali, se detuvo a un oficial de la Policía y varios agentes acusados de ayudarlo a pretender escapar en helicóptero con destino a América del Sur, y de ofrecerle datos importantes. Un raso de la Policía reveló que con fines de que lo ayudara a fugarse, esta vez vestido de militar, Florián le prometió llevárselo al exterior y mantener a su familia.
En marzo de 2000, el entonces jefe de la Policía, Pedro de Jesús Candelier, dispuso la cancelación de cuatro agentes por su alegada participación en la planificación de la fuga también de Monte Plata.
Florián, para quien la cárcel era más bien una "oficina", desde donde seguía traficando -confirmado por las autoridades-, fue acusado de valerse de policías y agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) para, desde prisión, darles la orden de secuestrar y asesinar al comerciante Víctor Augusto Féliz Matos.
En 1991 fue sometido a la justicia, junto al ex segundo teniente del Ejército Nacional Javier Pérez Butten y el ex alférez de navío Junior Montero Medina por poseer 91 gramos de coca. En el 1995 se le implicó junto al ex sargento de la Marina, Félix Manuel King Sheppard, por habérsele ocupado 98 kilos de coca.
El Ejecutivo llegó a cancelar oficiales y alistados custodias y los puso a disposición de la justicia tras comprobarse que recibían sobornos del barahonero. Entre ellos estuvo el cabo Lérido Reyes Reyes, condenado a un año de prisión correccional por intentar pasar equipos electrónicos, celulares, cargadores, un lapicero detector de llamadas, chips, una caja para conectar teléfonos y viagra a la celda del capo.
También en 1999, el segundo teniente de la Policía, Idelfonso Jiménez García, fue cancelado por recibir un vehículo a cambio de dejar salir al recluso de la cárcel.
Quirino y su silencio
La sociedad dominicana y los Estados Unidos (EE.UU.) se han quedado esperando por el sometimiento de la "larga lista" de militares, funcionarios y policías que estarían involucrados en las operaciones del extraditado Quirino Ernesto Paulino Castillo quien, por demás, es ex capitán del Ejército.
Un cable diplomático de 2005, filtrado por WikiLeaks, señala que Quirino, quien guarda prisión en una cárcel de EE.UU., procesado por tráfico internacional, resalta que ese país tenía la esperanza de que mencionara altos políticos y oficiales militares vinculados a él por complicidad, por aceptar sobornos, o por no actuar mientras se hacían millonarios a través del narco.
Quirino admitió que entre 1996 y 2002 exportó a EEUU aproximadamente 33 toneladas de coca y lavó millones de dólares. Cuando fue arrestado el 18 de diciembre de 2004, junto a él se detuvo a un coronel de la Policía y jefe del cuartel en la cárcel de Azua, cuando viajaban en un camión con 1,300 kg de cocaína. También, el ex teniente coronel de la Policía, Lidio Arturo Nin Terrero, dirigía junto a Quirino la estructurada y peligrosa organización de tráfico de la zona del Caribe y Sudamérica, según documentos de la corte del Distrito Sur de EE.UU. Nin se vinculó como custodia de las drogas. Se declaró culpable, cumplió condena, y fue deportado en junio de este 2011.
En Aduanas también Quirino tenía respaldo. El funcionario de ese organismo, el ex teniente de la Policía. Luis Ricardo Reyes Mendoza, fue extraditado el 23 de junio de 2005 por el caso de los 1,300 kilos de coca. Fue sentenciado el 4 de abril de 2007 a tiempo cumplido y enviado a la República Dominicana después de permanecer 20 meses bajo arresto.
Otro militar que el ex capitán usó para su empresa fue un instructor de vuelos de la Fuerza Aérea Dominicana, quien era piloto de uno de sus helicópteros. Este se desvinculó de sus negocios.
Los archivos periodísticos guardan el nombre del coronel retirado del Ejército Nacional, Pedro Julio Goico Guerrero, quien estuvo acusado de complicidad en lavado de dinero relacionado con Quirino. Fue descargado en primer grado.
En enero de 2009, el ex abogado de Quirino, Carlos Balcácer, destapó una caja que luego fue cerrada. Aseguró que no pasaba de 17 una lista de extraditables que en su mayoría eran militares de la DNCD. La lista se aseguró estaba en manos del presidente Leonel Fernández, pero de eso no se ha vuelto a hablar.
Hay quienes se van más lejos y revelan cifras arriesgadas. En marzo de 2010, el investigador Ángel Martínez, desde Washington informó a CDN Radio que en total son 147 militares involucrados en el caso Quirino.
Más casos, más complicidad
En el 2009, la prensa publicó un informe realizado por la Fuerza de Ataque del Corredor del Caribe, que señaló que el ex teniente de navío Carlos Rossó Peña, el ex capitán de corbeta Miguel Suárez Silfa y más de 20 oficiales proveían barcos de la Marina de Guerra para escoltar lanchas pequeñas que traían drogas desde Colombia a la República Dominicana y proporcionaban información ultrasecreta a los narcotraficantes colombianos.
En otro caso, 11 militares fueron procesados por la matanza de siete extranjeros en Paya, Baní. El jefe de la Marina de Guerra de entonces, vicealmirante Julio César Ventura Bayonet, reveló en octubre de 2008 que los oficiales acusados habrían recibido hasta RD$3 millones cada uno por la matanza.
Del que tampoco se descartan vinculaciones con militares es el poderoso cartel de narcotráfico que opera en el Cibao, que tiene estrechas relaciones con carteles de Colombia y México.
Los "fantasmas" poderosos del caso Figueroa Agosto
Al pastel de José David Figueroa Agosto aún le quedan pedazos por partir. A pesar de que anteayer se condenó un grupo de sus testaferros, los militares y funcionarios están pendientes, al menos así lo espera la sociedad.
El ex prófugo y condenado por narco, preso en Puerto Rico, se hizo valer también de la ayuda de militares durante los 10 años que residió en el país. Por ejemplo, el ex teniente coronel del Ejército, José Francisco Fernández Rodríguez, ha sido señalado por la esposa de Figueroa Agosto, Leavy Nin Batista, como quien facilitó un carné del DNI al capo.
En agosto de 2010, una comisión de la DNCD investigó decenas de interceptaciones telefónicas de llamadas hechas desde celulares por militares y policías relacionadas al puertorriqueño Edwin Rodríguez Tirado y otros narcotraficantes boricuas, con quienes coordinaban las operaciones. La comisión encontró depósitos de altas sumas en cuentas personales de algunos de los implicados.
En ese mes, el juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional dejó en libertad a siete de 13 oficiales acusados como parte de la red de Figueroa Agoto.
En agosto de este 2011, el fiscal Alejandro Moscoso declaró que no descarta someter a la justicia un nuevo expediente, que incluiría militares presuntamente involucrados.
Recientemente, el jefe del Ejército Nacional, mayor general Pedro Cáceres Chestaro, declaró que el círculo para los militares corruptos y de los que se dejan tentar por el dinero fácil del narcotráfico "se está cerrando".
" Florián Feliz, Quirino y Figueroa Agosto aprovecharon la debilidad de miembros de Fuerzas Armadas y PN."