La investigación, realizada por Ana Floripe Jiménez para su tesis doctoral de en la Universidad de Valencia, arroja también que el 66.73 por ciento de los bachilleres toman alcohol.
Jiménez tomó una muestra de 5,075 estudiantes de Bachillerato de los liceos secundarios Jaime Molina Mota, Salome Ureña, y Hermanas Mirabal, del municipio de Villa Tapia, su pueblo natal.
Recordó que el abuso y dependencia del alcohol representa el mayor problema de salud en Estados Unidos y la mayoría de los países industrializados.
Indicó que contrario a lo piensan muchas personas, el alcohol no es un estimulante, sino un depresor que daña de forma significativa la salud, aunque ingerido con moderación tiene beneficio medicinal.
"Cuando el alcohol se consume de manera abusiva es posible depender de esta droga y sufrir de la enfermedad del alcoholismo", afirmó Jiménez.
Reveló que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el alcoholismo no se cura, es tratable, pero no curable, "y quien desarrolla alcoholismo lo será para toda la vida".
La introducción al estudio estuvo a cargo de la ex vicerrectora de Investigación y Postgrado, Clara Benedicto, durante un acto celebrado en el salón de Orientación de la biblioteca Pedro Mir.
Benedicto explicó que con ese trabajo la también presidenta de una fundación contra la dependencia del alcohol, busca la erradicación del alcoholismo, así como unificar a la juventud dominicana en torno al combate de este flagelo.