20 febrero 2013

La historia mas triste de todas las historias tristes.

                    

Por Luis Almanzar director de Mi Pueblo News;. Mañana jueves mi hermana Angela Almánzar, mi madre, Maria Almánzar y este servidor (ahora estoy en Nueva York), debemos presentarnos por ante la fiscalía de la ciudad de Salcedo, a enfrentar una absurda y ridícula citación realizada por el propietario de un colmado que queda cerca de nuestra residencia en el barrio El Cementerio. Mi madre casi llega a los ochenta años. Es obvio que no podré ir a la fiscalía, porque no estoy allá, y me he enterado de eso llegando a esta ciudad de Nueva York, donde todo el mundo sabe que resido. La cita tiene que ver con una confrontación verbal no violenta, en absoluto, que ocurrió en el colmado, pero que terminó en buena lid.
No obstante, cuando caminaba a visitar a don Cuco, uno de los beneficiados de las acciones de la Fundación Luis Almánzar Solidaridad Humana, el propietario del colmado se aproximo a mi persona con pistola al cinto y de manera intimatoria me confrontó. En buenos términos le explique que el asunto con el dependiente del colmado estaba resuelto, que no hubo ningún problema. Mi amigo Frank lo confrontó sobre el uso de la pistola y las intenciones que tenía con ella, y entonces el fue y la llevo al colmado de su propiedad. Luego, en su colmado, hablamos calmadamente sobre la situación que se da en su negocio, donde la música empieza a las diez de la mañana, todos los días, y termina tarde en la noche, sin respeto para los residentes del lugar. Mi hermana me dijo que habia hecho todo lo posible legalmente para que esa situación no continuara, pero que las autoridades pertinentes se habían hecho de la vista gorda. Luego de la confrontación, Luis Yapor, quien es representante del ministerio de Interior y Policia recibe la queja, y dice que tomará las medida de lugar. Ahí quedo todó, pensé yo. La música, estridente por demás, siguió como si nada hasta el momento en que salí de la ciudad. Le comente a mi madre y a mi hermana que en términos personales y legales no había nada mas que podíamos hacer sobre el caso, y que dejáramos eso así. Entonces hoy, en la mañana, nos ha llegado una cita. Iremos a la corte a defender el derecho que tenemos de defender que las leyes se apliquen y que se respete el derecho ciudadano de vivir en paz. Irónicamente, los residentes en el vecindario, una gran parte de ellos, en ningún momento han salido a defendernos, sino, todo lo contrario, ellos quieren su música, y con ello las cervezas y el romo para todo el mundo. Como no sé cómo se manejan las cuestiones judiciales en RD, seguro que al no poderme presentar en la corte, expedirán una orden de captura en mi contra, y a mi madre y a mi hermana las dejarán presas.
Mi viaje a Salcedo fue solamente de unos tres días. La razón esencial de mi visita fue dar a conocer, y lanzar, de manera oficial, la fundación que hemos creado, junto con mi hermana Angela, para ayudar a los sectores más necesitados de nuestro pueblo, de nuestra comunidad. En ese sentido, llevamos a cabo un bonito acto en la biblioteca publica municipal, y también participamos en dos populares programas de televisión, De Frente, y La Hora Cumbre, de Chino Reynoso y Freddy Jerez, y Raphy Lora, respectivamente. Ademas llevamos a cabo, como siempre lo hacemos, donaciones de útiles deportivos, y de otra naturaleza. Estábamos bien contentos de volver, para poder regresar. Tanto, que hicimos gestiones para adquirir una vivienda allá, en el pueblo de mi alma, mi pueblo querido. Ahora, al llegar a Nueva York, me encuentro con que yo, como dice el titulo de una película, soy el peor de todos. Y yo, que creo que me metí en problemas con la justicia de allá solamente una vez en mi vida, durante una huelga en los tiempos de Jorge Blanco. La policía se tiró en nuestra casa, buscando a mi hermano Ono, y éste arrancó por una ventana. Entonces me llevaron preso a mí para compensar. Duré hasta la seis de la tarde detenido. Mi madre, que venia camino a Nueva York, se devolvió, y demandó al gobernador de entonces mi libertad. Salí libre, entonces. Pero nunca mas he vuelto a tener problemas legales ni aquí, ni allá.
Cuando oí hoy mis mensajes, al llegar a Nueva York, coincidencialmente, oí uno que me dejó una agente de bienes raíces del estado de Florida. Es que allá las propiedades cuestan cheles, y la seguridad y la tranquilidad, comparativamente, son del cielo a la tierra, con relación a mi país. Y entonces, tras este penoso incidente, me pregunto, vale la pena invertir en mi pueblo? Vale, realmente la pena? Es un absurdo para mí, el pensar que mi hermana, una distinguida profesora y académica con más de treinta años de ejercicio profesional; que mi madre, que sacó adelante a una familia de doce hijos, ninguno de los cuales ni siquiera fuma o bebe, y que yo, que no soy una cosa del otro mundo, pero que por lo menos amo a pueblo en exceso, si se quiere, tengamos que ser los citados en la fiscalía, porque sencillamente nos oponemos al ruido y demandamos que se hagan cumplir las leyes, que rigen (o deben de regir) en ese sentido. Es algo realmente inexplicable para mí. La justicia al servicio de los peores intereses de nuestra nación. y ahora, quién podrá defendernos?

 
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