miércoles, mayo 04, 2011
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"Ni siquiera me estoy acercando a ese hombre (Jordan)"', dijo Rose. "Estoy muy lejos de él. Sería excelente estar más cerca de él. Este es un equipo distinto, una época distinta".
La noticia no fue nada sorpresiva, ya que el base tuvo una temporada espectacular en que llevó a Chicago a lograr la mejor marca de la liga.
En una votación de periodistas, Rose recibió 113 sufragios al primer lugar. Dwight Howard, de Orlando, terminó segundo, LeBron James, de Miami, fue tercero, Kobe Bryant, de los Lakers, quedó cuarto y Kevin Durant, de Oklahoma City, terminó quinto.
Rose está en apenas su tercer año con los Bulls y tiene un largo camino enfrente si quiere alcanzar a Jordan, que ganó cinco premios MVP y dos tricampeonatos con Chicago. Pero el electrizante armador ya logró llevar a los Bulls a su mejor temporada desde aquella época dorada.
Criado en el lado sur de Chicago, Rose se convirtió en uno de los mejores de la liga al pasar de ganar el premio al Novato del Año en su debut a una convocatoria al Juego de Estrellas en su segunda temporada. Con el MVP, da un paso más en su evolución luego de una de las mejores campañas de un base NBA en todos los rubros.
Promedió 25 puntos y 7,7 asistencias en la temporada regular y volvió a poner a Chicago en la lucha por un título por primera vez desde que se separó la gran pareja de Jordan y Scottie Pippen. Los Bulls no pudieron contratar a James, Dwyane Wade o Chris Bosh en la pretemporada, pero se las arreglaron bastante bien sin ellos.
"Trabajé muy duro en mi juego, especialmente durante el verano... Dediqué todo mi verano al baloncesto. Aunque fue difícil, lo hice", afirmó Rose.
El jugador fue la imagen misma de la humildad durante la conferencia de prensa en que recibió el premio. Agradeció a todo el mundo, desde los aficionados hasta sus compañeros, entrenadores y la gerencia, y la voz se le entrecortó cuando mencionó a su mamá, Brenda Rose, y a sus hermanos mayores sentados en primera fila.
Rose quedó séptimo en anotaciones y décimo en asistencias y es el único jugador que se ubicó entre los primeros diez en ambas categorías. Además, bajó 4,1 rebotes por partido.
Los Bulls venían de dos temporadas de 41 victorias y eliminaciones en primera ronda de playoffs. En busca de progreso, despidieron al entrenador Vinny Del Negro para contratar a Tom Thibodeau, ganador del premio al Entrenador del Año esta semana. Luego atrajeron a Carlos Boozer y a jugadores secundarios, como Kyle Korver, que aportaron presencia bajo los cristales y reforzaron la plantilla.
Todo esto llevó a una ficha de 62-20 y a la ventaja de localía mientras sigan en la postemporada. Por apenas la segunda vez desde la era de Jordan, superaron la primera ronda y Rose fue sin duda la principal razón para ello, ya que ha jugado de manera espectacular en la postemporada.
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