Los Estados Unidos de Norteamérica es un país integrado por inmigrantes llegados a ese territorio procedentes de todo el globo terráqueo.
El mismo es catalogado por muchos como "La Tierra Prometida", "El País de las Oportunidades", y donde podemos lograr "El Sueño Americano".
Sin embargo hay otros sectores que catalogan a esa nación como invasora, colonialista, imperialista y oportunista, a la cual hay que enfrentar desde afuera y combatiéndola como a un monstruo desde sus propias entrañas.
Así ha sido durante los más de 200 años de fundada que tiene esa gran nación, la cual ha acogido en su seno consuetudinariamente a individuos de diferentes razas y etnias que la han forjado y sostenido hasta el día de hoy.
Estados Unidos, como nación vanguardista a nivel global en los aspectos político, económico, militar, espacial, científico, médico, humanista y con tecnología de punta, es lógico que sea la envidia de países no democráticos que se han visto estancados en su intento fallido por desplazarlo del liderazgo mundial.
!Muy bien lo expuesto anteriormente! Dirán los beneficiarios de la próspera economía norteamericana, pero, un momento, los Estados Unidos no son dignos merecedores por su propia cuenta de su prosperidad, poderío militar y liderazgo mundial. !Claro que no!
Esos favores y prosperidad Estados Unidos los ha adquirido y ha estado disfrutando durante más de 200 años no porque sean privilegiados ante los demás países del mundo. No, todo lo contrario, es porque Dios los sacó de su tierra original árida e infecunda en el Medio Oriente y Babilonia por piedad y misericordia.
La historia es larga de contar y aquí no hay espacio para ello ahora, pero déjenme decirles que hace unos 4 mil años Dios, el Creador del Universo y de nosotros, dijo a Abraham, el padre de los israelitas: "Y haré de tí una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre..." (Génesis 12:2).
Los Estados Unidos son descendientes de Manasés, hijo de José, hijo menor de Jacob ó Israel, Patriarca Heredero de las bendiciones prometidas por el Señor cuando dijo a su abuelo Abraham que les daría a él y a su descendencia una tierra que fluía Leche y Miel. O sea, un territorio fértil en agricultura, ganado, aceite, agua y todo cuanto es necesario para comercializar y sustentar la vida.
Pregúntese amigo lector: ¿Se han cumplido en Estados Unidos estas promesas hechas por Dios a Abraham?. Ningún otro país del mundo encaja con estas promesas de prosperidad y poder como la gran nación del norte.
¿Que Los Estados Unidos son invasores, que guerrean en otros países? Lea en su propia Biblia el por qué ese país actúa de esa manera, es cumpliendo lo que se predijo. Mire, (Génesis 49: 22): "Rama fructífera es José (Padre de Manasés-Estados Unidos) junto a una fuente, cuyos vástagos -sus descendientes- se extienden sobre el muro". Se extienden hacia otros paises. !Léalo, es profecía muy clara para nuestros tiempos!. Tenían que extenderse "Sobre el Muro", es decir, más allá de sus fronteras e ir a otros paises.
Y en el versículo 24 del mismo capítulo 49 de Génesis Dios expresa sobre Los Estados Unidos: "Más su arco se mantuvo poderoso (Todo su material bélico de la actualidad), y los brazos de sus manos se fortalecieron por la mano del Fuerte de Jacob... (El Dios Todopoderoso)".
Es bueno que la humanidad abra sus ojos y entienda ya que Los Estados Unidos y la Gran Bretaña son los herederos de las promesas dadas por Dios a Abraham hace ya unos 4 mil años, que ellos son sus descendientes directos, y que nosotros podemos llegar a ser coherederos con ellos de esas grandes promesas y bendiciones ahora materiales, y luego espirituales, a través de Jesucristo.
Finalmente, hay que aclarar que no es que Dios escogió a Estados Unidos y a Inglaterra (Los descendientes de José) para cumplir sus profecías porque sean mejores que el resto de la humanidad, no, es todo lo contrario, ellos eran rebeldes e idólatras, pero son los descendientes de Abraham, y Dios no iba a fallar en cumplir su promesa.
El 11 de septiembre del 2001, hace ya once años, Estados Unidos (Manasés, descendiente de Abraham) sufrió un intento de destrucción masiva. Sin embargo, se levantó de sus cenizas para continuar siendo la nación más poderosa del mundo, que junto a Gran Bretaña (Efraín) y la pequeña nación Judía (Judá), harán posible el pronto retorno de Jesucristo a la tierra.