El Sol puede convertirse en una terrible amenaza cuando envía enormes chorros de plasma hacia la Tierra. Una tormenta solar muy potente, que, en el peor de los escenarios, podría acabar con nuestros sistemas energéticos y de comunicaciones, se espera para 2012, según un informe de la NASA. Los astrónomos trabajan para poder predecir esos arrebatos cósmicos con unas seis horas de antelación, pero quizás no sea posible en todos los casos. Una nueva investigación señala que un tercio de las explosiones del astro rey son «ataques furtivos»que pueden ocurrir sin previo aviso. El inquietante estudio aparece publicado en la revista Astrophysical Journal.