Fallas que detienen el sistema educativo

En la década de los 60 a las escuelas públicas indistintamente acudían niños pobres y ricos, sin embargo, hoy todo el que puede manda a sus hijos a un colegio privado -por más barato que sea- pero donde le garanticen al menos ciertos niveles de educación.
El cáncer que ha deteriorado la enseñanza pública ha sido producto de cuatro células dañinas que han crecido bajo el amparo del desorden, destruyendo poco a poco el sistema y dejando ahora el miserable remanente de un cuerpo semimuerto e inoperante.

Hoy se cumple una semana desde que la sociedad civil salió a la calle vestida de amarillo para exigir más fondos para la educación y en este contexto aun vivo, Gerald Murray, un antropólogo de la Universidad de Florida, presentó en una visita al LISTÍN DIARIO un estudio que realizó en el 2005 que cita las causas del deterioro del sistema educativo y su posible solución.
Centralización burocrática y politización dañina
El primer fallo ha sido la centralización de la autoridad. Desde el nombramiento hasta la cancelación de un profesor, todas las decisiones deben ser autorizadas por la cede central del Ministerio de Educación.
Esto Murray lo califi ca como una “centralización obsesiva” que impide que el director de una escuela actúe con autonomía para elegir sus propios profesores, pero también para aplicar medidas disciplinarias que le permitan mantener el orden en el plantel, incluyendo cancelaciones y amonetaciones.
Otro enfoque de cúmulo de control es que todas las decisiones logísticas, se toman desde la ofi cina central y se imponen en el país entero.
La segunda infección –común también a otros sistemas- es la politización. Esta hace que el aparato educativo se utilice como fuente de empleo para activistas y miembros del partido de turno. Cada cambio político trae consigo una serie de movimientos. Se crean “botellas” que sabotean la función educativa, “minimizándola dando paso en vez a la política”.
Sindicalización no útil e incumplimiento de maestros
Pese a que el gremio de los maestros ha mejorado las condiciones laborales de sus miembros, éstas no se han traducido efectivamente en mejores condiciones para el estudiantado, explica Murray. Existe una confusión de roles. Para ser nombrado como maestro el gobierno exige ser miembro de la asociación, pero además le sirve como cobrador porque descuentan de la nómina el dinero para el funcionamiento del sindicato.
Finalmente, fruto de los últimos dos fallos sistemáticos, la cuarta célula cancerígena es la conducta profesional impune de los maestros, quienes pueden llegar tarde e irse temprano sin consecuencias reales y directas.
EL MODELO DE PLANTELES SEMI OFICIALES
DETALLES
Bajo el modelo de las escuelas semi oficiales los planteles suscriben un contrato con el Estado que permite que ha permitido el empleo de maestros públicos en contextos educativos de alta disciplina. Bajo este arreglo el Estado paga a los maestros y mantiene la planta física. Pero los que manejan la escuela, incluyendo el director o la directora, tienen la misma autoridad sobre la escuela y los maestros que los directores de colegios privados. Es decir, pueden seleccionar y supervisar a las maestros. Exigen el cumplimiento de horarios escolares, a los maestros asignados a tales escuelas se les prohíbe por contrato ir de huelga, ni el sindicato puede obligarlos. El director tiene derecho a cancelar un maestro que no cumple, sin que este encuentre protección por su incumplimiento a través del sindicato.
Un modelo similar fue implementado en Chile donde el gobierno central se retiró del manejo de la educación, limitándose al papel de financiador. Pasó la autonomía educativa a los municipios. Se abrieron las puertas también para que escuelas privadas entraran en el financiamiento público municipal.
"Los padres de familia de los barrios pobres luchan para que sus hijos ingresen en tales escuelas “porque la percepción popular considera tales escuelas como el equivalente de un excelente colegio privado. Lo que demuestran tales escuelas es que una escuela pública dominicana dirigida con disciplina y mística educativa puede ofrecer a los niños dominicanos una educación tan esmerada como la de los mejores colegios privados", dice Murray.

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