Estar parado con 6-10 y 245 libras te hace sentir como una persona de gran presencia en todas partes, a menos que seas un centro la NBA, una liga llena de hombres como Shaq y Dwight Howard. Esto hace que Al Horford, quien juega de centro con los Hawks, se sienta como un ex jugador de los Hawks: Spud Webb.
“Es poco parejo en ocasiones, por lo de la estatura y el peso, sin duda”, afirmó Horford. “El precio lo paga mi cuerpo cuando enfrento a hombres que pesan 25 ó 30 kilos más que yo cada noche y que tienen seis u ocho centímetros de ventaja en altura”.
Pero Horford no solamente sobrevive, sino que está prosperando ñalgo que confirmó su segundo llamado al Partido de las Estrellasñ y eso dice mucho acerca de su habilidad para jugar y competir. El pequeño centro no se queja o maldice su suerte; simplemente compite con lo que tiene, con su cabeza apenas llegando a la garganta de sus oponentes y trabajando lo más duro posible. ¿Se preguntan porque los Hawks siguen sospechosamente cerca de los Celtics y los Heat en la tabla de posiciones y porque estaban por arriba de los Magic, quienes humillaron al equipo de Atlanta el verano pasado? Pues pueden comenzar por Horford.
Sin embargo, si los Hawks llegan finalmente a conseguir a un buen centro para enviar a Horford a la posición de delantero de poder, a la que pertenece, ¿será que podremos ver a un mejor equipo de los Hawks y a un mejor Horford? Posiblemente.
“No me veo jugando como centro el resto de mi carrera”, destacó. “Me gustaría jugar (como delantero de poder) de tiempo completo al menos una vez en mi trayectoria. Simplemente para ver como se siente. Para ver lo que puedo hacer”. Pausa.
“Creo que lo haría bien”.
En realidad, no hay muchos equipos en la NBA que tengan centros naturales. Pero los que los tienen están en medio del camino de los Hawks. Los Celtics tiene varios hombres grandes, Orlando tiene a Howard y los Bulls a Joakim Noah quien, como cruel coincidencia, era el compañero de equipo de Horford en la Universidad de la Florida.
Debido a su poca estatura, Horford recibe mucho contacto físico. Pero ha aprendido a utilizar su cabeza mejor que sus codos.
“Trato de compensar esas cosas utilizando la diferencia de tamaño a mi favor”, señaló. “Mi velocidad, quizás el tomar un rebote defensivo y comenzar el contragolpe, o incluso superar a mi hombre en la cancha abierta. Cualquier ventaja que pueda obtener”.
“Es poco parejo en ocasiones, por lo de la estatura y el peso, sin duda”, afirmó Horford. “El precio lo paga mi cuerpo cuando enfrento a hombres que pesan 25 ó 30 kilos más que yo cada noche y que tienen seis u ocho centímetros de ventaja en altura”.
Pero Horford no solamente sobrevive, sino que está prosperando ñalgo que confirmó su segundo llamado al Partido de las Estrellasñ y eso dice mucho acerca de su habilidad para jugar y competir. El pequeño centro no se queja o maldice su suerte; simplemente compite con lo que tiene, con su cabeza apenas llegando a la garganta de sus oponentes y trabajando lo más duro posible. ¿Se preguntan porque los Hawks siguen sospechosamente cerca de los Celtics y los Heat en la tabla de posiciones y porque estaban por arriba de los Magic, quienes humillaron al equipo de Atlanta el verano pasado? Pues pueden comenzar por Horford.
Sin embargo, si los Hawks llegan finalmente a conseguir a un buen centro para enviar a Horford a la posición de delantero de poder, a la que pertenece, ¿será que podremos ver a un mejor equipo de los Hawks y a un mejor Horford? Posiblemente.
“No me veo jugando como centro el resto de mi carrera”, destacó. “Me gustaría jugar (como delantero de poder) de tiempo completo al menos una vez en mi trayectoria. Simplemente para ver como se siente. Para ver lo que puedo hacer”. Pausa.
“Creo que lo haría bien”.
En realidad, no hay muchos equipos en la NBA que tengan centros naturales. Pero los que los tienen están en medio del camino de los Hawks. Los Celtics tiene varios hombres grandes, Orlando tiene a Howard y los Bulls a Joakim Noah quien, como cruel coincidencia, era el compañero de equipo de Horford en la Universidad de la Florida.
Debido a su poca estatura, Horford recibe mucho contacto físico. Pero ha aprendido a utilizar su cabeza mejor que sus codos.
“Trato de compensar esas cosas utilizando la diferencia de tamaño a mi favor”, señaló. “Mi velocidad, quizás el tomar un rebote defensivo y comenzar el contragolpe, o incluso superar a mi hombre en la cancha abierta. Cualquier ventaja que pueda obtener”.