23 febrero 2011

“Lucharé hasta la última gota de mi sangre”

                    
El número uno libio Muamar Kadhafi ordenó ayer a sus fuerzas de seguridad aplastar las protestas que desde hace una semana exigen su salida del poder, purgando "casa por casa".
Kadhafi, de 68 años, en el poder desde 1969, advirtió que los manifestantes armados serán ejecutados y llamó a sus partidarios a manifestarse el miércoles, prosiguiendo la contraofensiva para salvar a su "Jamahiriya" (República de Masas) Árabe Popular y Socialista.   "Lucharé hasta la última gota de mi sangre", proclamó el "Guía de la Revolución".   "Muamar Kadhafi no tiene un cargo oficial del que pueda dimitir. Muamar Kadhafi es el Guía de la revolución (...). Este es mi país, el de mis padres y el de mis antepasados", declaró.   Amenazó además con "purgar Libia casa por casa" y llamó a sus seguidores a "capturar a las ratas". 
Se une al pueblo.-   El ministro libio del Interior, Abdel Fatah Yunes, declaró su adhesión a la causa del pueblo, según imágenes difundidas el martes por la noche por la cadena satelital qatarí Al Jazeera.   "Anuncio mi renuncia a todas mis funciones en respuesta a la revolución", declaró el ministro vestido con uniforme militar, sentado en su oficina, en imágenes difundidas por la cadena.   "Llamo a todas las fuerzas armadas a responder también a las demandas del pueblo en solidaridad con la revolución", añadió.  
300 muertos.- Según datos presentados el martes por la noche por Saif al Islam, hijo del líder libio Muamar Kadhafi, los actos de violencia dejaron 300 muertos -242 civiles y 58 militares.
Se trata de las primeras cifras oficiales sobre las víctimas de la rebelión popular iniciada hace una semana.     La Liga Árabe, que también convocó un cónclave de emergencia en El Cairo, decidió excluir a Libia de sus reuniones, indicó un comunicado.  
La jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, calificó de "completamente inaceptable" la violencia en Libia.   La Organización de la Conferencia Islámica (OCI) denunció "una catástrofe humana contraria a los valores del islam".   La rebelión llegó el domingo a la capital, con el saqueo de medios de comunicación estatales.   Residentes en Trípoli denunciaron una "masacre" en los barrios de Tayura y Fashlum.  
Según reportes de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), los manifestantes controlan varias ciudades, entre ellas Benghazi (la segunda del país), Syrta y Tobruk (todas en el este), así como Misrata, Joms, Tarhuná, Zenten, Al Zawiya y Zuara, cerca de la capital.     
Ola de renuncias.-   Por lo menos ocho embajadores libios y otros diplomáticos de alto nivel han renunciado en las últimas horas disconformes con la represión de las protestas populares contra el régimen de  Kadhafi, informó la cadena catarí de televisión Al Yazira.   Los diplomáticos que han dejado sus puestos son los jefes de las misiones libias en Estados Unidos, Polonia, India, Indonesia, Australia, Malasia, Bangladesh y el embajador ante la Liga Árabe, con sede en la capital egipcia.
También han presentado su renuncia el “número dos” de Libia ante la ONU y otro diplomático de alto rango acreditado ante el Gobierno de Pekín.   La cadena entrevistó a uno de ellos, el embajador libio en la India, Ali el Essawi, quien denunció que Trípoli “está ocupada por mercenarios”.
Consejo ONU condena acción de líder libio
Naciones Unidas. EFE.  El Consejo de Seguridad de la ONU condenó ayer  los actos de violencia contra la población libia por parte del régimen de su gobernante, Muamar Kadhafi, a quien le pidieron que asuma responsabilidades por lo ocurrido y cumpla con la obligación de proteger a los civiles.   El máximo órgano de  la ONU está muy “preocupado por la situación en Libia y condena firmemente los actos de violencia allí ocurridos”, dijo la presidenta de turno del Consejo, la embajadora de Brasil, Maria Luiza Ribeiro Viotti.   Los quince miembros del Consejo, que se reunieron ayer en dos ocasiones, adoptaron por unanimidad una condena de la represión en el país magrebí, al tiempo que instaron al Gobierno libio a poner fin inmediato a esos actos de violencia y a respetar los derechos, así como la libertad de información y asociación.   “Es una condena  firme y en la que hablamos con una voz única”, dijo al término de la reunión del Consejo el embajador británico, Mark Lyall Grant.

 
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