Salcedo a Ritmo de Carnaval y Luto

Luis Manuel Tejada

Se nos va la vida. Como parte de la violencia que vive el pueblo en general, una vez más la familia dominicana se viste de luto con la doble pérdida de dos jóvenes del pueblo de Salcedo. No podemos partir de ligero y culpar al matador suicida resposabilizándolo de la tragedia. Tampoco podemos culpar a la víctima de haber provocado al matador. Ambos jóvenes son víctimas de la pérdida de los valores en que ha caído el pueblo dominicano. La degeneración, la falta de incentivo para los jóvenes, la falta de oportunidades y de trabajo, la falta de un sueño que provoque en ellos el deseo de vivir y ser alguien en el futuro, la falta de una agenda gubernamental que forme y eduque, sin dudas lleva a estos y otros jóvenes en todo el país a no valorar lo hermoso que es vivir y disfrutar de lo bonito que seria vivir 100 años. La culpabilidad de tan horrendo hecho es la falta de una planificación de los que les ha tocado dirigir el país, esos que no ejercen su función en la administración de sus puestos púlicos. Piensa usted qué los jóvenes dominicanos pueden bien formarse como ciudadanos honestos, respetuosos y trabajadores, si los modelos que siguen estos muchachos son aquellos que usan el poder para enriquecerse a costa de la miseria colectiva y al menor esfuerzo posible? Definitivamente el pueblo debe llorar la muerte de estos jóvenes como si fuera la muerte de una generación completa, una generación de ciudadanos que languidece ante la indiferencia de los que se hacen llamar “letrados y salvadores de la patria”. Hay que evitar que hechos como este sigan sucediendo en todo el país, sobre todo en una juventud que debería ser la esperanza nacional. Los valores hay que rescatarlos, salvar la nación, salvar las mentes de nuestros muchachos. Nos duele en el alma la pérdida de jóvenes que pudieron ofrecer o aportar mucho al país, pero no fue posible y no será posible para muchos otros que no miden las consecuencias de sus hechos. Esta situación debe cambiar para salvar la nación. No podemos simplemente sentir pena o indeferencia por lo sucedido, eso no es suficiente, debemos actuar con autoridad, con valentía, con decesión, es y debe ser nuestra responsabilidad. Por una nación más sana, con valores sanos, con mas seguridad para los niños y envejecientes y todo un pueblo inocente que sufre una desgracia sin precedentes en la historia nuestra. Debemos actuar ahora, todo depende de ti y de mi, todo comienza conmigo y contigo.
Rosanna Marte y Daniel Quiróz, víctimas de la irresponabilidad estatal y colectiva, si colectiva, porque todos somos responsables de sus muertes y otros tantos a nivel nacional, aún sea por omisión. En paz descansen muchachos, su futuro pudo haber sido diferente.

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