25 noviembre 2011

Rufino de la Cruz (Un heroe olvidado de la historia)

                    
Según los datos históricos, cuando el 25 de noviembre de 1960 las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, en desgracia con el Tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina y con la soga al cuello, ante el inminente plan del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) para asesinarlas, nadie se prestó a servirle como chofer para viajar de Salcedo a Puerto Plata para visitar sus cónyuges prisioneros.
Pero como casi siempre las comunidades y barrios de la República Dominicana se han caracterizado por tener un ejemplar del prototipo de hombres que son decididos, atrevidos y guapos las hermanas Mirabal, que todavía no eran tres mariposas, encontraron a Rufino de la Cruz Disla, quien no vaciló en acompañarles en tan temido viaje, sabiendo que su vida corría peligro.

Rufino, quien no era un cualquiera porque pertenecía al movimiento 14 de Junio, habría decidido sin mucho rodeo fungir como conductor del jeep Land Rover, placa J-19488, propiedad de René Bournigal, en el que se trasladaron las hermanas Mirabal a Puerto Plata, en un viaje sin regreso.

Como era miembro del Movimiento 14 de Junio existen datos que aseguran que la decisión de De la Cruz Disla de acompañar a las Mirabal en sus viajes obedecía a que la dirigencia clandestina lo había colocado para protegerlas.

Tambien hay datos que indican que Rufino mantenía estrecha relación de amistad con la familia que creara Enrique Mirabal Fernández, comerciante y hacendado, y Mercedes Reyes Camilo (Chea).

Previo al viaje, en Salcedo había un persistente rumor de que Trujillo tramaba asesinar a Minerva, fundadora y eje motivador del movimiento clandestino 14 de Junio y que toda su familia corría el mismo peligro, lo que se había evidenciado con el apresamiento de su esposo Manolo Tavarez Justo y el de Patria, así a don Enrique su padre.

Pese a todo eso Rufino de la Cruz hizo voto de su compromiso con la misma causa de Minerva y siendo consciente de lo que sucedía no se acobardó y las acompañó en sus viajes.

El rumor latente en Salcedo se hizo realidad y el 25 de noviembre del 1960, cuando Rufino y las hermanas Mirabal regresaban de l cárcel de Puerto Plata, cerca del puente de Mara Picá, a poca distancia de La Cumbre y de una casa poco utilizada que Trujillo tenía en la carretera de montaña Santiago-Puerto Plata, se consumó el plan de Trujillo con la materialización de la muerte del principal sostén del movimiento 14 de Junio.

Sin embargo, como aquel horrendo crimen fue la gota que rebozó la copa de la ira contra el sátrapa y marcó el principio del fin de una tiranía, los nombres de las hermanas Mirabal han emergido de sus tumbas y han ocupado un sitial privilegiado en los anales de la historia, sin que haya ocurrido lo mismo con el valiente Rufino.

Las hermanas Mirabal se han convertido en Mariposas mensajeras de la paz y la valentía y sus restos descansan, junto a los de sus esposos, en un majestuoso mausoleo en la casa de sus padres en Salcedo, mientras que los de Rufino siguen en un cementerio cualquiera de San José de Conuco, donde apenas su hija Miledys lo visita cuando tiene tiempo.

Lo triste de la suerte de aquel héroe olvidado es que la propia familia Mirabal se ha opuesto a que sus restos reposen junto a los de las tres hermanas, dos de las cuales ni siquiera estuvieron comprometidas de manera directa con la causa liberadora de Minerva.

Hay constancia de que en cada lugar donde se construye algún monumento en honor a las hermanas Mirabal, Doña Dedé, Jaime David o cualquier otro miembro de la familia son los primeros en insinuar que la figura de Rufino no debe aparecer en esos lugre, junto a las heroinas, porque fue una coincidencia que el día de la tragedia acompañara a las tres mariposas.

Tal ocurre con una plazoleta que construye el ayuntamiento de Tamboril en el lugar donde los cadáveres fueron lanzados a un precipicio en la cumbre de Puerto Plata, donde ahora son levantadas tres columnas para tres bustos, pero no aparece el de Rufino. Igual ocurre en el Museo de Salcedo.

El ingeniero encargado de la obra de Tamboril, al ser consultado, explicó que antes de iniciar la construcción de la plazoleta consultaron a doña Dedé sobre el particular y que la respuesta de ella fue ´´Rufino quedó de morir ese día´´, como quien dice que su figura no tiene importancia y no debe estar a lado de las hermanas Mirabal.

OTROS DATOS DE RUFINO

Rufino de la Cruz Disla fue un hombre de negro que nació el 16 de noviembre del 1923 en San José de Conuco, Salcedo, hoy provincia Hermanas Mirabal.
Dedicado a labores agrícolas en terrenos de la familia en las primeras etapas de su vida, que transcurre como para todo niño y joven de la zona rural del país de esa época, creció en medio de la humildad y en la pobreza económica.

Se hace mecánico y conductor de vehículos y se casa en diciembre del 1948 con Delisa González Pantaleón, de cuya unión nació en 1950 su única hija, Miledys de la Cruz Pantaleón, quien aun vive y conserva la destartalada casa familiar, “que parece nunca haber sido pintada”, ubicada a unos 300 metros del museo de Ojo de Agua, cubierta de olvido.

 
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