martes, mayo 29, 2012
ComunidadRD
Insomnio, dificultad para conciliar el sueño, fatiga, estrés, depresión, ansiedad, irritabilidad, agresividad, histeria, neurosis, aislamiento social, falta de deseo sexual y trastornos que van desde alteración en el ritmo cardíaco, alta presión arterial, hasta dolores de cabeza e indigestión.
El ruido y la música a alto volumen producen alteraciones en la conducta, sobre todo agresividad e irritabilidad, descenso en el rendimineto, desgaste sicológico, así como alteraciones en los niños. Nuestra gente, a través de los bares y colmadones, transportes públicos, negocios, tiendas, vendedores ambulantes y demás, están cotidianamente expuestos a altos niveles de ruido, lo cual está transformando el comportamiento de los dominicanos.
La contaminación acústica ha variado la idiosincracia de los dominicanos. Ayer fuimos amables y corteses, hoy agresivos e irritables, producto de la alta sonoridad que ha degenerado en trastornos y violencia, esa que se constata a diario en las noticias.
La música a altos niveles hace daño, intranquiliza, vuelve violentas a las personas y esto está causando grandes dificultades en la población. Es preciso aunar esfuerzos y que los sectores diversos se unan en procura de recuperar la tranqui-lidad perdida y con ello, volver a tener una sociedad menos violenta y agresiva.
Comience por su casa, cambie la música, baje el volumen y verá cambios en la familia, luego hay que extenderse a la comuidad, en la preservación de una buena atmósfera para todos.
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