El vicepresidente de la República, Rafael
Alburquerque, vaticinó un futuro sombrío e incierto para la Isla
Hispaniola que comparten República Dominicana y Haití, tras afirmar que
si no se ponen en marcha acciones concretas para reducir el
calentamiento global, en un tiempo relativamente breve la subida del
nivel del mar cubriría el 13% de la zona costera de la isla como
consecuencias de los efectos del Cambio Climático.
Puso
como ejemplo el indetenible aumento, hasta ahora inexplicable para los
científicos, de los niveles de las aguas de los lagos Enriquillo y Azuei
(en Haití), ubicados en la porción suroeste de la isla, cuyo aumento
ha ocupado decenas de miles de tareas de tierra de producción agrícolas y
ha provocado el desplazamiento de cientos de familias de la referida
región.
Alburquerque pronunció un discurso en
la XVI Cumbre sobre el Cambio Climático, que busca un acuerdo global
que permita a todas las naciones del mundo la reducción de los Gases de
Efecto Invernadero, para evitar el calentamiento global, principal
causa del Cambio Climático.
Dijo, además, que
el aumento de las aguas en la zona costera de la isla pondría en riesgo
el ecosistema y la biodiversidad, y afectaría el turismo, considerado
como la principal actividad económica de República Dominicana.
Aseguró que el efecto sería devastador para la economía del país y
provocaría una inseguridad alimentaria, por lo que la nación dominicana,
se vería impedida de cumplir con los Objetivos de Desarrollo del
Milenio.